Desde la primera línea de código hasta la implementación en el piso de producción, liderar equipos de IT en el desarrollo de aplicaciones y sistemas para la manufactura ha sido un viaje lleno de desafíos y descubrimientos.
En estos últimos cuatro años, he tenido el privilegio de estar en la primera fila de esta intersección entre la tecnología y manufactura, aprendiendo lecciones que van más allá de la eficiencia del código y se sumergen en la esencia misma del liderazgo y la colaboración.
Lección #1 Detrás de cada app, un equipo.
Sin lugar a duda mantener un equipo unido, competente y comprometido es clave para lograr el éxito en el desarrollo de un sistema. Al final del día, la gente es la que más importa, debes asegurarte de mantener relaciones profesionales estrechas con tu equipo de trabajo, dedicar el tiempo a conocer sus fortalezas, y también sus debilidades; proporcionar la guía y soporte requerido, así como remover los obstáculos que puedan encontrar en el camino.
Lección #2 Acompañarse del ‘Experto en el proceso’
Si bien un equipo de programadores es crucial, la base para que estos puedan ejecutar su trabajo sin reproceso y demoras requiere que sean acompañados de un experto en el proceso, aquella persona que conoce la actividad a digitalizar y puede proporcionar el acompañamiento ideal para poder desarrollar un sistema, así como su implementación.
Los proyectos que han sido exitosos son aquellos que hemos definido al ‘experto en el proceso’ y que ha acompañado al equipo de IT desde inicio al final.
Lección #3 Ni una línea de código, sin antes tener un proceso definido.
No puedes colocar un línea de código sin antes haber mapeado y tener un proceso debidamente implementado. He visto proyectos caerse debido a que esperan que el proceso de digitalizar cree el proceso, cuando debería ser al revés, debemos de buscar digitalizar un proceso funcional, el cual buscará ser optimizado luego de su digitalización, obteniendo un estado futuro ideal.
Lección #4 Escucha la voz del cliente.
Dedica tiempo a conocer al usuario final, conversa con ellos, entiende sus necesidades y también sus sugerencias. No es aconsejable para nada pasar por encima de sus ideas porque tu creas que tienes la solución final. Es necesario que el usuario participe en el diseño para reducir la fricción en la implementación, de tal forma que ellos no vean el sistema a implementar como algo ajeno, sino como algo que construyeron en conjunto y que ellos aportaron para dicha solución. Deja siempre un canal de comunicación en ambas vías con el usuario final.
Lección #5 No esperes a que el sistema sea perfecto.
Enfócate en hacer entregas tempranas y funcionales. De esta manera podrás ir alineando el sistema a las expectativas de los patrocinadores y de los usuarios final, garantizando una implementación más suave. Si esperas hasta que el sistema sea perfecto para ti, es probable que acabes con un sistema que no sirve para el proceso o su usuario final.
En estos últimos años, cada lección aprendida ha sido un pilar fundamental en mi desarrollo como líder. Desde la importancia vital de mantener un equipo unido y comprometido hasta el valor inestimable de contar con un experto en el proceso como guía, cada experiencia ha contribuido a mi comprensión más profunda de la intersección entre la tecnología y la producción.
Recordando siempre que ni una línea de código debe escribirse sin un proceso definido y que la voz del cliente debe ser escuchada en cada etapa del camino, estas lecciones han sido mi brújula en la travesía de convertir ideas en soluciones tangibles.
Y así, mientras reflexiono sobre estos años de crecimiento y descubrimiento, me recuerdo a mí mismo y a aquellos que comparten este viaje conmigo: en este mundo en constante cambio, la perfección puede ser un ideal lejano, pero la entrega temprana y funcional siempre será el primer paso hacia el éxito.
EP






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