Las actividades diarias en los negocios funcionan según fórmulas acordadas. Cuando estas fórmulas se documentan, se convierten en estándares. El éxito de la gestión diaria se basa en un principio clave: mantener y mejorar los estándares.
Esto no solo implica cumplir con los estándares tecnológicos, operativos y gerenciales actuales, sino también mejorar los procesos para elevar esos estándares a nuevos niveles. Revisar y priorizar la mejora de estándares debe basarse en factores como la calidad, costo, entrega, seguridad y las quejas de los clientes.
¿Tu organización está comprometida con mejorar continuamente sus estándares?
“El éxito de la gestión diaria se basa en mantener y mejorar los estándares, no solo en cumplirlos, elevando continuamente la mejora en calidad, costo y entrega.”






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