“Haré lo mejor que pueda y eso es lo mejor que uno puede hacer” – Pinocho, Guillermo del Toro.

Todos hemos estado presentes antes curvas de aprendizaje, momentos en nuestra vida profesional (y laboral) en las cuales nos enfrentamos ante retos que requieren por un lapso de tiempo dar un esfuerzo adicional.

Pero, ¿cómo identificó que estoy en una curva de aprendizaje? Y quizás más necesario, ¿cómo «transito» una curva de aprendizaje?

¿Cómo identifico?

• Nuevos retos y escenarios que no se habían presentado antes
• Aumento de carga y responsabilidades
• Ansiedad e incertidumbre ante nuevas tareas
• Ausencia de información sobre cómo resolver una tarea

¿Cómo transito?

• Reconoce tus capacidades y limitaciones, he aquí donde la frase de arriba ayuda mucho.
• Busca un “quien” antes de un “cómo”. Otras personas que ya hayan transitado por tu posición o tareas que te puedan orientar
• Pregunta, sé curioso y recopila información.
• Disfruta el aprendizaje. Aprender puede ser divertido y un momento para conocer nuevas personas y describir actitudes que no tenías antes.
• Pide ayuda. No tienes que ser un llanero solitario. Pedir ayuda está bien y es necesario.
• “Es mejor decir no puedo, a decir no pude”. Reconoce cuando tu capacidad esta limita y debas ceder de adquirir nuevas responsabilidades, así como externas que ya no puedes tomar más actividades.

Tomar una curva de aprendizaje puede ser desgastante, es necesario que tomes el tiempo de ocio y diversión haciendo actividades recreativas y ejercicio físico.

Será necesario poner cosas en pausa… como hobbies o proyectos paralelos para no sacrificar otros aspectos de tu vida.

EP